jueves, 12 de julio de 2012

Un museo atípico que preserva y difunde la riqueza musical dominicana

Por: Tere Guerrero
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La amplia y diversa producción musical dominicana, actualmente se encuentra recopilada y conservada por el Museo de la Música Dominicana (MUMDO).
Este proyecto desde sus inicios tiene como propósito fusionar los esfuerzos y material almacenado por el Archivo Nacional de Música y el Centro de Conservación de la Música del Teatro Nacional.
Tommy García, director de MUMDO, relata que el proyecto comienzó a gestarse en el 2006, a través del Decreto 236-06.
El monumental archivo sonoro recopilado, contiene grabaciones tan antiguas como las interpretaciones del cantante popular dominicano Antonio Mesa, quien en 1927 en la ciudad de Nueva York, hizo las primeras grabaciones de música dominicana que se tengan documentadas.
El director de MUMDO, afirma que hasta el momento, han digitalizado un 70 por ciento de la música dominicana escrita, lo que representa  26,000 producciones y unas 400 mil canciones dominicanas.
“Cuando te digo ese número no me refiero a 400 mil distintas, sino que pueden haber muchos arreglos de la misma canción” aclara García.
De igual manera sostiene que han logrado reunir en un solo lugar toda la bibliografía dominicana; todo lo que se ha escrito sobre música dominicana desde el 27 hasta nuestros días.
Ahora se encuentran en la segunda fase, que comprende la difusión de la música. Hace varios meses se están haciendo discos con la música dominicana para la distribución gratuita.
Una tercera fase, implicaría cursos, talleres  e investigaciones musicales en todo en territorio nacional.


Descentralización del conocimiento musical
Según lo manifestado por quienes participan en este proyecto, se hacen los aprestos para desarrollar el plan de trabajo del “Atlas de La Música Dominicana”; un levantamiento de información a nivel nacional de las manifestaciones musicales y los instrumentos utilizados. Estas informaciones serán mapeadas para la identificación de las riquezas musicales de cada región.
MUMDO está concebido como un museo diferente y accesible para todos. “Contrario a los museos tradicionales en los que la gente observa la música muerta en unos mausoleos llamados vitrinas, el concepto nuestro es de un museo contemporáneo donde no esperamos que la gente venga donde nosotros, sino que nosotros vamos donde la gente” explica García.
De igual manera, relata que han tenido muchas dificultades para encontrar un espacio físico para las salas de exhibición, sin embargo eso no les detiene; en lugar de esperar un local pretenden intervenir el territorio donde hay existen expresiones musicales.
Rescate y conservación de música popular
Un factor relevante en este museo atípico, es que recopila y protege  la música popular dominicana.
García dice que por un problema ideológico los funcionarios han entendido que la música es aquella hecha por los académicos. Por eso, entiende como un gran logro que en el próximo disco que lanzará MUMDO se encuentran cinco criollas cantadas por Antonio Mesa, un género dominicano prácticamente desaparecido.
“Entiendo que la música se preserva en la medida que se fusiona, pero no podemos fusionar si no conocemos nuestras raíces” . La idea es que los jóvenes músicos conozcan, escuchen y lean la música dominicana y que a partir de ahí creen nuevos estilos musicales.
MUMDO de relevancia para la cultura caribeña
El director de MUMDO reconoce que el merengue es un ritmo impuesto desde el poder, por lo que considera que las músicas de origen afro merecen una atención especial en este proyecto cultural.
“La música de origen africano se ha querido esconder desde las instancias oficiales”. Sin embargo, en los archivos de este museo se encuentra música ritual; palos y salves grabadas en distintas festividades tradicionales.
En ese sentido, la importancia de estos archivos trascienden lo nacional y ostentan una relevancia regional, al recuperar parte importante de la música caribeña.
Las materiales que antes estaban almacenados en cajas, sin clasificar y que representan más de 4,000 arreglos completos de música dominicana, desde los años treinta hasta los años 60; según García están valorados en 625 millones de pesos.